Acerca de la Inmortalidad

El acabar un libro sobre muerte, me llevó a pensar en la inmortalidad; el razonamiento fue el siguiente: los muertos por renuncia,llegan a inmortalizarse en el recuerdo angustiante que dejan al concluir su estancia, y quedan grabados a fuego como instantáneas de ese tiempo pasado que suele recordarse con nostalgia.

La idea es tristemente fascinante, he de reconocer que siempre me han llamado la atención los esfuerzos inútiles, sin embargo, por mucho que me atraiga la idea, que me envuelva en su halo de misterios y desdicha inmaculada, he optado por un camino distinto.

El seguir batallando jamás ha sido el acto heróico que todos pretendemos creer, las inquietudes varían de un ser a otro, esa es la opción, en mi caso, de quien pretende aplicar una forma empírica de ver los procesos que se van atravesando. Tal vez tiene que ver con una secreta obsesión con esa gota de perfeccionismo no declarado que cabe dentro de mí. Aunque muchas veces me basta con hacer las cosas de manera funcional, admito que siempre dejo abierta una ventana para intentar mejorar a futuro detalles que hacen de piedra en el zapato.

He de suponer que batallar no es la palabra correcta, pero es la usada en el lenguaje simbólico de los seres que se cuestionan en "to be in a definied moment". En mi caso particular, mi mantra es caminar, no importa cómo ni dónde, respiro trazando líneas en el espacio. Caminar es un diálogo que alimenta la relación que llevo conmigo misma, que me ayuda a juzgarme y compadecerme, a invertarme y construirme, a perdonarme y aceptarme.

Mi sino es caminar hasta anularme, hasta recoger cada una de mis huellas, mirar el pasado y satisfacerme que es lo suficientemente perfecto para cerrarlo al fin del presente.

Acaso la inmortalidad no es traspasar eternamente el presente para situarse más allá del pasado y de la época en que nos dejamos estar?


(escuchad/leed Norwegian Wood, de Beattles/Haruka Murakami)